jueves, 20 de octubre de 2016

La tabla esmeralda de Carla Montero

La tabla esmeralda / Carla Montero Manglano. — Barcelona : Círculo de lectores, imp. 2012. — 698 p. ; 22 cm.

Este libro me ha "tocado" leerlo gracias al reto de Libros Encadenados al que me apuntó Atalanta de Un libro junto al fuego. Es una novela que combina muchos géneros: novela histórica, de amor, de aventuras... Así que ahí van mis impresiones.

Sinopsis oficial:

Madrid, en la actualidad: hasta que El Astrólogo se cruzó en su camino, Ana, una joven historiadora del arte del Museo del Prado, llevaba una vida tranquila junto a Konrad, un rico empresario y coleccionista de arte alemán. Pero de repente llega a sus manos una carta escrita durante la Segunda Guerra Mundial que los pone sobre la pista del misterioso cuadro atribuido a Giorgione, el enigmático pintor del Renacimiento. Alentado por el enorme valor de El Astrólogo, Konrad convence a Ana para embarcarse en su búsqueda. La joven, consciente de todas las dificultades que se le presentan, pedirá ayuda al doctor Alain Arnoux de la Universidad de la Sorbona, especialista en localizar obras de arte expoliadas por los nazis. Pero esta decisión solo parece complicarle las cosas.

París, durante la ocupación alemana: el comandante de las SS, Georg von Bergheim, militar de élite y héroe de guerra, acaba de recibir una orden: debe encontrar el paradero de un cuadro de Giorgione conocido como El Astrólogo. Hitler está convencido de que la obra esconde un gran enigma, una revelación que ha pasado de mano en mano durante siglos. La búsqueda conduce al comandante hasta la joven judía Sarah Bauer, iniciándose entre ellos una persecución trepidante que tendrá consecuencias totalmente inesperadas para ambos.

Impresión personal:
Dos historias paralelas en el tiempo. En la época actual Ana busca el cuadro de "El Astrólogo" de Giorgone, encargo que le realiza su novio Konrad. Por otro lado en la II Guerra Mundial Sarah Bauer, judía, intenta pasar desapercibida, mientras guarda una reliquia familiar. Esto es más o menos lo que nos vamos a encontrar en esta novela. Dos historias de dos mujeres que confluirán en el tiempo, como todos nos imaginamos. Lo malo es que, como ocurre a menudo con este tipo de tramas, una tendrá más fuerza que la otra.
Giorgione

En la trama que nos habla de la época actual encontramos a Ana, una historiadora de arte, que trabaja en el Museo del Prado gracias a las influencias de su novio, Konrad, un hombre mayor que ella. Konrad, cual Pigmalion, ha trasformado a Ana: su forma de vestir, su peinado, sus relaciones... y lo curioso del caso es que Ana ¡se deja transformar! Esto es algo que no me ha gustado nada de la novela. Parece un poco increíble que una mujer culta, con una carrera, se deje manipular así por un hombre por muy mayor y millonario que sea. Esto hace que no empaticemos mucho con Ana. Podemos decir a su favor que a lo largo de la novela irá evolucionando para mejor.

El Astrólogo de Vermeer
En su búsqueda Ana recibirá la ayuda de Alain, un historiador francés, que se dedica a investigar los tesoros esquilmados por los nazis. Este hilo argumental es el más flojo de los dos y además muy previsible: lo que les pasa a Ana y Alain, la identidad del abuelo de este último, etc.

La otra trama está mucho mejor. En ella encontramos a Sarah Bauer, una judía que debe huir de los nazis y  que lleva consigo una reliquia que su padre le encarga que guarde. Sarah tiene una personalidad muy diferente a la de Ana. Con ella sí que llegaremos a empatizar. En este hilo argumental encontraremos también al comandante Georg von Bergheim, un militar nazi, que ve cómo su  fidelidad va a ser puesta a prueba durante la guerra. Aquí sí que está muy bien desarrollada la ambientación espacio-temporal y es donde observaremos la gran labor de documentación que ha realizado la autora. Esta trama se traga totalmente a la otra y será la que salve la novela.
Así imagino yo a Bergheim

En la novela nos encontramos con dos narradores diferentes. En la época de la II Guerra Mundial el narrador es omnisciente, lo que es bueno porque nos dará  la clave para poder seguir todos los hilos argumentales. En la época actual el narrador es en primera persona, y será Ana la encargada de hacernos llegar su visión. Pero por una vez, en vez de empatizar con el personaje (característica básica, creo yo, de utilizar este tipo de narrador) en este caso, como comentaba antes, no llegaremos a conectar con Ana. Un apunte importante: el personaje de Teo, un homosexual amigo de Ana, será el que ponga el contrapunto humorístico a esta parte.

Esta es, por tanto, una novela difícil de calificar por esa diferencia tan grande entre las dos tramas. Pero si te interesa el mundo del expolio en la II Guerra Mundial es una novela interesante para acercarte a él.


4 comentarios:

  1. Qué rapida con la reseña :-)
    La novela no me tienta, esa parte de Ana sobre todo... Creo que no engrosará mi lista.
    A ver si la siguiente lectura es más redonda :-)
    Beso grande.

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    Respuestas
    1. Ah! He visto que estás con Holmes, disfruta de la gatita calicó. Para mí es una pena que no tenga más protagonismo, ya me dirás ;-)
      Besos.

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    2. Sí la verdad es que podría estar mejor y es un poco previsible, sobre todo en la parte actual... si tienes muchos pendientes es normal que lo dejes pasar.
      Besos

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  2. Acabo de terminarlo y me ha encantado la gata Holmes es genial, Katayama también, estoy deseando ver qué sucede en siguientes entregas.
    Un besazo

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